INTRODUCCIÓN
La innovación significa algo más que el desarrollo de un mecanismo; se trata de tener la mente abierta y de no poseer miedo a probar cosas nuevas o de hacer las cosas de una manera diferente o reinventada. El entorno en que operamos como auditores está variando rápidamente, a inicios de este siglo, las nuevas tendencias venían surgiendo hacia nuevos procesos y formas de fiscalización, donde se planteaba a las Auditorías, el reto de si eran o no capaces, para hacer o ser desde otra manera, o quedarse estancadas mientras otras similares surgían a una nueva era de fiscalizadores; donde ofertar productos de mayor calidad y valor agregado es la consigna.
La gestión de la innovación en las Auditorías Internas, significa ir superando por etapas una serie de desafíos, cambios generacionales, nuevas formas de pensamientos, donde existen palabras claves, como:
Desafíos:
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DESARROLLO
El nuevo reto, es tener presente dos términos que vienen hacer un cambio en la gestión de las Auditorías, uno es la palabra innovar y el otro mejora continua, la diferencia entre ambos es que el primero se asocia a un riesgo y el segundo no implica ningún riesgo; eso hace que los responsables piensen dos veces en innovar sus procesos de trabajo al considerarse expertos en la administración de los riesgos; sin embargo, aquellos que son atrevidos y creativos surgen hacia un sistema de fiscalización con proyección a futuro.
Las auditorías no deben sentirse ajenas a las nuevas tendencias de cambio en la forma de trabajar, la creatividad y romper paradigmas vienen a jugar un papel importante en el surgimiento de los cambios que se avecinan en la forma de como venían haciéndose las cosas. Los avances científicos, tecnológicos, las transformaciones sociales y las necesidades de cumplimiento, entre otras, son sólo algunos ejemplos en los que resulta posible percibir la forma en la cual se están conduciendo los procesos de fiscalización en el mundo, eso obliga a innovar, hacer cambios o reinventarse.
La innovación debe formar parte del proceso estratégico en las Auditorías, considerando que:
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Fuente: https://inteligenciacreativa.com/10-claves-para-liderar-el-pensamiento-creativo-y-la-innovacion-en-la-empresa-2/ |
Es necesario citar el artículo “Auditoría Interna Ágil: el enfoque necesario para los tiempos actuales” por Daniel Skigin (https://www.ibee.education/blog-articulo/auditoria-interna-agil/), que se lee:
“Richard Chambers, ex presidente y ex director ejecutivo del Instituto de Auditores Internos de Estados Unidos (IIA), mencionó recientemente: “Se está hablando mucho sobre la necesidad de que la auditoría interna sea ‘ágil’. Mi definición de agilidad es simple: ‘la capacidad de auditoría interna para girar rápidamente para abordar los riesgos emergentes y las expectativas cambiantes de las partes interesadas’. ¡Es fundamental para nuestro éxito!”
La Auditoría Interna, como tercera línea, debe modificar esos enfoques tradicionales y alinearse a lo que sus clientes internos y externos requieren, en cuanto a aseguramientos más eficientes, mayor anticipación a los riesgos, recomendaciones más profundas y mejor asesoramiento sobre procesos y controles, es decir, innovando a la excelencia e impulsado ese asesor confiable y preventivo.
La innovación continua permite la transformación permanente de la función de Auditoría Interna; representada por la implementación de una cultura innovadora, que viene a garantizar servicios de calidad; asimismo, la adopción de nuevos modelos y formas de trabajo, son esenciales para impulsar la preparación de las funciones del futuro; sin olvidar que los colaboradores y procesos forman la base que la sostiene, mientras que los sistemas tecnológicos y de comunicación, son ese acelerador que la impulsa a ser más innovadora y eficaz.
