Fraudes Corporativos e Institucionales

La honradez es siempre digna de elogio, aún cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho.

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Los fraudes corporativos ocurridos durante los años noventa y dos mil, generaron gran preocupación acerca de si las organizaciones y sus sistemas de control y detección de fraudes eran realmente eficaces.

Diversos escándalos a nivel internacional como los casos de Enron, WorldCom y Parmalat, a finales de los años 90 e inicios de los 2000, así como el sonado caso de la crisis financiera del 2008 que desató el colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos de América y más reciente en el año 2020 la empresa de pagos en línea de Alemania “Wirecard” se declaró en quiebra; se dice que dicha entidad “inflaba” cuentas con fondos falsos mediante operaciones irregulares en Filipinas.

Estos casos crearon la necesidad de revisar el marco de normas y leyes con el fin de regular de una mejor manera a las empresas, al gobierno, a las firmas de auditoría externa e interna, a la bolsa de valores y a otros órganos económicos y de supervisión.

En los Estados Unidos de América, la Ley Sarbanes-Oxley surge a partir de la necesidad de supervisar de una forma óptima a las empresas que cotizan en la bolsa de valores; de igual manera, alrededor del mundo se diseñaron leyes para el combate a la corrupción, soborno y prácticas de extorsión como, por ejemplo, la Ley Anticorrupción (Anti-Corruption Act, 2011) y la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (Foreign Corrupt Practices Act, 1997) en Estados Unidos de América; la Ley Antisoborno (Bribery Act, 2007) en Reino Unido, así como el Sistema Nacional Anticorrupción (2016).  En Costa Rica para el sector público, en   julio del 2002 se publica la Ley 8292 de Control Interno que,  establece los criterios mínimos que deberán observar la Contraloría General de la República y los entes u órganos sujetos a su fiscalización, en el establecimiento, funcionamiento, mantenimiento, perfeccionamiento y evaluación de sus sistemas de control interno; esta ley se nutre de los componentes de COSO I, emitido por la Comisión Treadway.

El interés por la prevención y detección oportuna del fraude no sólo ha sido de los gobiernos y organismos internacionales por medio de sus legislaciones, sino también por organizaciones profesionales que, mediante la creación de comités y comisiones, han creado normas y marcos regulatorios para las actividades financieras del sector empresarial y gubernamental para combatir el fraude.

Ejemplo de esto fue la creación del Comité de Organizaciones Patrocinadoras de la Comisión Treadway (COSO) en 1985, patrocinada por cinco organizaciones representativas en Estados Unidos en el campo de contabilidad, finanzas y auditoría interna: La Asociación de Contadores Públicos Norteamericanos (AAA), el Instituto Norteamericano de Contadores Públicos Certificados (AICPA), la Asociación Internacional de Ejecutivos de Finanzas (FEI), el Instituto de Auditores Internos (IIA) y el Instituto de Contadores Empresariales (IMA).

COSO tiene como finalidad la creación y actualización de marcos y guías generales sobre el control interno, la gestión del riesgo empresarial y la disuasión del fraude, con el objetivo de mejorar el control organizacional, la supervisión y la prevención de errores, omisiones o fraude en las organizaciones. Estos marcos de control permiten la identificación de factores que originan la presentación de información financiera falsa o fraudulenta.

Asimismo, estas organizaciones han creado normas de auditoría y de presentación de información financiera que colaboran con este mismo propósito.

Las NIA (Normas Internacionales de Auditoría) emitidas por la Federación Internacional de Contadores (IFAC), así como las NIIF (Normas de Información Financiera) emitidas por el Consejo Internacional de Normas de Contabilidad (IASB) son regulaciones que se utilizan a nivel internacional, con el fin de contar con lineamientos comunes de contabilidad y auditoría, facilitando la prevención y detección de fraude en estados financieros.

Las normas del INTOSAI (Organización Internacional de las Entidades Fiscalizadoras Superiores) son las siguientes: ISSAI 100—Principios fundamentales de auditoría del sector público—, ISSAI 200 —Principios fundamentales de auditoría financiera—, ISSAI 300 — Principios fundamentales de auditoría de desempeño—, ISSAI 400 —Principios fundamentales de auditoría de cumplimiento.

Las organizaciones que trabajan en la prevención, detección y disuasión del fraude convergen en considerar a la ética como eje central para ello. La existencia de un código de ética que establezca la postura de la alta dirección hacia los actos de ilegalidad y fraude es un requisito indispensable en un programa de prevención y disuasión del fraude.

Las organizaciones con cultura antifraude deben contar con un proceso establecido para gestionar los riesgos existentes y, de manera especial, el fraude. Lo anterior debido a que el impacto de este último significa la pérdida de activos valiosos para la organización, además de un daño irreparable a su reputación.

Las instituciones especializadas en el estudio del fraude han desarrollado mediciones que permiten establecer un sistema de fraude en la organización, así como mecanismos para prevenirlo, detectarlo y disuadirlo. La prevención es el mejor enfoque para el fraude, implica el establecimiento de controles preventivos y directivos como comunicación y capacitación interna sobre fraude, políticas que promuevan el comportamiento correcto, así como sistemas de apoyo para los miembros de la organización en situaciones que se convierten en vulnerables a la comisión de delitos.

En la actualidad, los marcos legales requieren de procesos jurídicos de mayor complejidad, por lo que es necesario utilizar metodologías de auditoría forense y técnicas confiables basadas en herramientas de alta tecnología, que permitan el análisis de gran cantidad de información y con eficiencia del tiempo y recursos.

Asimismo, que permitan la obtención, cuidado y custodia de la evidencia.

Hoy, para las organizaciones tanto del sector público como privado es de gran valor contar con profesionales certificados como auditores forenses (CFE), que puedan proteger a la organización sobre conductas de fraude, así como coadyuvar en el establecimiento de una cultura ética y crear políticas antifraude efectivas.

¿Por qué ocurren los fraudes?

Si existen diferentes herramientas como las normas jurídicas y técnicas, sigilosamente elaboradas por diferentes organismos internacionales y nacionales, para la prevención de los fraudes y salvaguarda de los activos, ¿Por qué ocurren los fraudes?  Este es nuestro cuestionamiento y sobre esto enfocaremos el presente artículo.

Triangulo y Diamante del Fraude

Los evaluadores del fraude han utilizado el triángulo del fraude como método estándar desde la década de 1950 para entender las motivaciones de los defraudadores. Para el año 2004 se incorpora la herramienta de evaluación de fraude, denominada el diamante del fraude, el nuevo ángulo se enfocó en la capacidad del perpetrador del fraude. Sin embargo, tanto el triángulo como el diamante del fraude no resulta suficiente para disuadir, prevenir y detectar el fraude debido a que la presión y la racionalización no son factores que puedan ser observados, así como no explican adecuadamente todos los casos de ocurrencia de fraude.

Para el cierre del periodo económico 2020 la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados (ACFE) que es la organización antifraude más grande del mundo, presentó los resultados anuales de fraude ocupacional en la sociedad mundial, en la siguiente infografía de resultados clave (Key Findings) podremos visualizar un resumen de estos eventos y sus características.

En esta infografía podemos observar los siguientes hechos:

  1. Un total de 2.504 casos de fraude ocupacional en el mundo, ocurridos en 125 países, causando pérdidas totales por más de $ 3.6 billones de dólares.
  2. La corrupción es esquema más común en todas las naciones del mundo.
  3. Se estima que un 5 % de los ingresos totales por año de las empresas se pierden a causa del fraude.
  4. La pérdida promedio por caso es de $ 1.509.000
  5. Los esquemas de apropiación indebida de activos son los más comunes y nos menos costosos, estos representan un total del 86 % de todos los casos.
  6. Los esquemas de fraude relacionados con el maquillaje de los estados financieros son los menos comunes, representan un 10 % del total, pero son los más costosos.

Gran parte de la comprensión actual del por qué se comete fraude se basa en el triángulo y el diamante del fraude. El concepto de un triángulo del fraude se remonta a la obra de Edwin Sutherland, quien acuñó el término crímenes de cuello blanco, y Donald Cressey, quien escribió “Other People´s Money” (Patterson Smith, 1973). Cressey, un estudiante de doctorado en Sutherland, en la década de 1940, concentró su investigación sobre las circunstancias que llevan a los estafadores a violar las normas éticas y participar en un acto fraudulento en primer lugar. Con los años, sus resultados se conocieron como el triángulo del fraude, cuyos puntos representan los factores causales de la presión percibida (o la necesidad económica), oportunidad percibida y racionalización.

Por su parte El contador forense David T. Wolfe y la profesora Dana R. Hermanson presentaron el Diamante de Fraude en 2004 para desarrollar aún más un conjunto de rasgos y características individuales (es decir, “capacidades”) necesarios para cometer fraude.

Una Fórmula Para el Fraude

Una observación fundamental del estudio de Cressey es que se necesita la presencia de los tres elementos, presión, oportunidad y racionalización, para que se produzca una violación a la confianza. El triángulo del fraude manifiesta lo que observamos en la sociedad: Un individuo frente a un desafío financiero (no compartido) con una oportunidad percibida y una excusa moralmente aceptable puede cometer un fraude. El Triángulo de Cressey es un modelo sólido que identifica los elementos clave que hacen que un acto fraudulento parezca aceptable para la persona que lo comete.

En un modelo relativamente sencillo y comprensible, Sutherland y Cressey fueron capaces de ayudar a los profesionales contra el fraude a entender las motivaciones y acciones de buenas personas que toman malas decisiones. Sin embargo, el triángulo por sí solo no es una herramienta adecuada para disuadir, prevenir y detectar el fraude, ya que dos de las características, la presión y la racionalización, no pueden ser observadas. Como resultado, se han desarrollado otros modelos del fraude para ofrecer una visión alternativa del fraude y que pueden ayudar en la disuasión, prevención y detección del fraude.

En el Diamante del Fraude de David T. Wolfe y la profesora Dana R. Hermanson, racionalizar las perfidias fraudulentas sigue siendo una característica personal crítica para los defraudadores, por lo que el Diamante del Fraude amplía el pensamiento más allá de la racionalización para agregar un cuarto componente de modelo “capacidad” que considera otras seis capacidades y rasgos individuales que son observables.

Estos factores de capacidad incluyen:

  1. Tener la posición o función organizacional correcta para aprovechar las oportunidades de fraude.
  2. Tener la experiencia adecuada para aprovechar las oportunidades de fraude.
  3. Tener la confianza o el ego para aprovechar las oportunidades de fraude.
  4. Poder obligar a otros a participar en actividades fraudulentas.
  5. Ser capaz de lidiar con el estrés asociado con cometer fraude.
  6. Ser un buen mentiroso.

 Valores Éticos

¿Si contamos con excelentes herramientas tanto jurídicas como técnicas, por qué ocurren los fraudes?

 El fraude, una manera muy antigua de conseguir beneficios mediante la utilización de la inteligencia, viveza y creatividad del ser humano, considerado como un delito,

Se considera que hay fraudes por:

  • Falta de controles adecuados.
  • Poco y mal capacitado personal.
  • Baja / alta rotación de puestos.
  • Documentación confusa.
  • Salarios bajos.
  • Existencia de activos de fácil conversión: bonos, pagares, etc.
  • Legislación deficiente.

La responsabilidad ética es el complimiento de acuerdos implícitos o explícitos con respecto a lo que debería ser la conducta idónea y respetuosa en un ámbito o profesión. Los que cometen fraude cuentan con información privilegiada y no tienen ética porque lo único importante para ellos es ganar dinero fácil y así poner en riesgo el patrimonio de las entidades y sobre todo se sus proveedores de capital.

Es importante hacer ver que, en la contabilidad de cualquier operación se debe manifestar la integridad y competencia de la administración

Los valores éticos son guías de comportamiento que regulan la conducta de un individuo. En primer lugar, la ética es la rama de la filosofía que estudia lo que es moral y realiza un análisis del sistema moral para ser aplicado a nivel individual y social.

Entre los valores éticos más relevantes se pueden mencionar: justicia, libertad, respeto, responsabilidad, integridad, lealtad, honestidad, equidad, entre otros. Los valores éticos se adquieren durante el desarrollo individual de cada ser humano con experiencia en el entorno familiar, social, escolar e, inclusive, a través de los medios de comunicación.

Los valores éticos demuestran la personalidad del individuo, una imagen positiva o negativa, como consecuencia de su conducta. Asimismo, se pueden apreciar las convicciones, los sentimientos y los intereses que la persona posee.

La ética conductual es un área de estudio que puede proyectar luz sobre los procesos implicados en el razonamiento moral, las emociones relacionadas y el impacto de los factores situacionales en el comportamiento deshonesto.

Existen muchos estudios sobre las respuestas humanas ante dilemas morales. No obstante, se conoce muy poco sobre su ocurrencia en contextos organizacionales.

Los siguientes son cuatro aspectos de la conducta no ética poco explorados

  1. La deshonestidad y el engaño como características deseables en algunas profesiones y sectores.
  2. La deshonestidad puede ser un costo aceptable a cambio de otros rasgos deseados de un empleado.
  3. La deshonestidad y el engaño pueden ser vistas incluso como actividades prosociales
  4. La implementación de sistemas éticos ineficientes es probable si muchas intervenciones situacionales recomendadas por la ética conductual no funcionan por las razones antes descritas.

¿Qué estamos haciendo con nuestras nuevas generaciones?

En mis treinta años como docente universitario ha sido un apostolado, no solo conducir y facilitar herramientas a mis estudiantes para que se conduzcan como profesionales de alto nivel; acusamos mucho la formación ética basada en principios y valores, generalmente hago a mis estudiantes estas preguntas.

  • ¿Cuál es su plan de vida?
  • ¿Qué es el amor para usted?
  • ¿Qué entiende por respeto, compromiso y responsabilidad?

A lo largo de estos treinta años, pueden ustedes imaginar la cantidad de respuestas que han ofrecido mis estudiantes, que por cierto muchos de ellos hoy son hombres y mujeres de bien, grandes profesionales con gran desempeño en la carrera, pero sobre todo hombres y mujeres con altos estándares éticos.

En clase reflexionamos sobre los objetivos de vida, les hacemos ver que, el que no tiene metas… ya llegó.

También les hacemos saber el respecto a la carrera a los colegas, enfatizamos sobre el compromiso con el gremio y la sociedad, promovemos la obligación de responder con habilidad y ética a los ofrecimientos oscuros y mal intencionados que en el transitar de la carrera van a encontrar, les hacemos ver la frase de Don Hermes Pinzón Galarza “el Diablo es puerco Betty” sabiduría popular de nuestros abuelos y padres. Si el Diablo es puerco, el conoce nuestras necesidades y debilidades, la tentación va a llegar, mi padre me decía “hijo… la tentación no es pecado, el pecado es caer en la tentación” a lo largo de nuestra carrera vamos a ser tentados no hay duda, pero…, no debemos caer, debemos ser honestos, primero con nosotros mismos y luego con nuestros colegas, nuestro amado gremio de contadores públicos y privados y con nuestra sociedad.

Anti-Integridad

Finalmente un ejemplo de anti-integridad, según Wikipedia, la muralla china mide 21 200 km de longitud, ​desde la frontera con Corea, al borde del río Yalu, hasta el desierto de Gobi, a lo largo de un arco que delinea aproximadamente el borde sur de Mongolia Interior. Se tardaron 2000 años en terminarla, con grandes paredes con torres, que además servirían de carreteras para las tropas en las zonas de difícil acceso. La muralla era tan… larga, tan… larga, que ningún ejercito la podía bordear, y tan… alta, tan… alta que ningún ejercito la podía escalar.

La historia cuenta que China experimentó cinco Dinastías y durante estas dinastías, se presentaron tres invasiones, el principal blanco de ataque en estas invasiones fue la puerta principal, sobornaron a los porteros, entonces…, para que carajos una muralla tan… larga y tan… alta, si se les olvidó el corazón de sus hombres.

Recientemente en nuestro país hemos escuchado de supuestos actos de corrupción en nuestras instituciones, instituciones que, cuentan con estructuras de control interno, con auditoría interna, debidamente fiscalizadas por parte de las entidades supervisoras, aun así, el flagelo de la corrupción ingresó, ¿pero… por donde ingresó? Será igual que la invasión de los Mongoles a China? ¿Será que si ingresaron por la puerta principal?

No existe verdad absoluta, no hay control interno infalible, pero también no todo crimen es perfecto, siempre deja huella, debemos actuar con mayor responsabilidad y a dar mayor importancia a los valores y principios éticos, solo así lograremos enfrentar con mayor éxito el flagelo de la corrupción.

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Socio Director en ALTAC BCR Consultores. Especialista en auditoría financiera, operativa, forense, TI, control interno, fiscal y de cumplimiento. Amplia experiencia en Implementación de NICSP, NIIF COMPLETAS, NIIF PARA PYMES. Planificación estratégica, asesoría fiscal, precios de transferencial, gobierno corporativo. servicios contables, planillas , cobro , y administración financiera.